Radiología veterinaria
Al hablar de radiología veterinaria nos referimos a una técnica que se basa en el diagnóstico por imagen y se utiliaza con frecuencia ya que se trata de un procedimiento bastante sencillo y que aporta una gran cantidad de información valiosa para el diagnóstico de cualquier enfermedad o patología. Mediante una radiografía sencilla podemos encontrar fracturaciones en algún hueso, problemas cardiopulmonares, cuerpos extraños y muchos más datos de interés para el veterinario.
La formación de la imagen radiológica se produce gracias a la diferente absorción por parte de los tejidos de los rayos X. La absorción siempre va a depender en mayor o menor medida de la densidad que tienen los órganos que atraviesa. Si es muy denso el tejido, menor será la cantidad de rayos X que consigan pasar y, por lo tanto, veremos la radiografía más clara. Todo lo contrario sucede si la densidad del tejido es menor, que conseguiremos una radiografía más oscura.
Cuándo se realiza una radiografía
- Patologías digestivas (vómitos, diarreas, sospecha de ingesta de cuerpos extraños…)
- Patologías cardiacas o pulmonares (cuando el paciente tiene tos, problemas para respirar…)
- Cuando queremos evaluar si hay presencia de derrames torácicos o abdominales
- Para evaluar la silueta y el tamaño de los órganos
- Para buscar la presencia de cáculos en la vejiga
- Patologías dentales
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